CoCoAmaro





Realmente no me acuerdo muy bien cuando fue la primera vez que vi un West Highland White Terrier, pero en ese momento supe dos cosas: la primera era que quería un perro y la segunda que quería un westy (como muchos le dicen), lo increíble es que tarde 5 años en memorizar el nombre de la raza, ya que siempre que preguntaba me pronunciaban muy rápido, o simplemente yo no alcanzaba a asociar el nombre con algo y por eso lo olvidaba, total que después de mucho tiempo supe porque raza preguntar.

    Vivía en Puebla, México y no sé ahora, pero hace 10 años esta raza era muy poco conocida, así que a toda tiendo de mascotas que entraba, preguntaba si no sabían de algún criadero o si sabían donde podía encontrar un westy, y nadie me ayudaba, hasta que por fin entré a una veterinaria, donde no vendían ni cachorros, ni accesorios, sólo era veterinaria y peluquería, y pregunte por mi perro; resultó que el veterinario era fanático de la raza y tenía un amigo que criaba west highland, pero... no en Puebla, sino en Sinaloa osea a 1173km de mi ciudad, el veterinario enseguida llamó a su amigo y me dijo que tenía sólo un cachorro, macho de 5 meses y yo la verdad quería una hembra de 40 días, pero no me importó al ver que era tan difícil encontrar un perrito de esa raza lo acepte. Así que un 16 de Septiembre (día de la independencia de México) CocoAmaro (como se llamaría mi perro) viajó de Sinaloa a Puebla, ese mismo día fui por él a la veterinaria.  Llegó todo rapado, desde la cabeza, hasta la cola, era horrible!!!, el veterinario me dijo que él había dicho que no le cortaran el pelo y que él se lo cortaba en Puebla, pero no lo escucharon, entonces para animarme me dijo que esperáramos un par de meses y él me lo cortaba gratis, yo acepté. Ese día Coco llegó a mi casa, en realidad a mi cuarto, porque yo vivía con mi mamá, y tenía preparada su camita, sus platitos, su comidita y sus juguetes. Desde ese día fui dándome cuenta poco a poco mi amor por los perros, mi interés por la peluquería canina y mi pasión por el adiestramiento, y aunque tardé varios años en saber que quería pasar toda mi vida dedicándola a los animales, hoy puedo decir que se lo debo a CocoAmaro.



   Coco, viajó de Sinaloa a Puebla, de Puebla a Cancún, de Cancún a La Habana, de La Habana a Madrid y de Madrid a Buenos Aires sólo por acompañarme, como no querer a este perro!!.














 A sus 10 años CocoAmaro un perro nacido en Sinaloa, México, vive en Buenos Aires,  Argentina y sin ninguna duda hoy forma parte de mi y no podría imaginarme todos estos 10 años sin él. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario